Lo primero que quiero decir es que este blog es una experiencia subjetiva, intentaré contar mi viaje, tanto profesional como personal, pero en todo momento son vivencias acaecidas a mi persona y no extrapolables, aunque puedan servir de ejemplo a otros muchos.
Todo empezó porque alguien me presentó a alguien que era «reclutador para cruceros», curiosa profesión pensé, y me puse a escucharle, me hablaba de viajes a lugares increíbles, de salarios exhorbitados y de incorporación inmediata dado mi CV. Estuve pensándolo y dada la coyuntura socioeconómica de este ¿país?, decidí enrolarme.
En pocas semanas el embarque inmediato se transformó en espera, unas navieras ofertan puestos de base, sea cual sea tu CV con sueldos de auténtica explotación sureña (por debajo de los 700€), la otra resulta que no contrata a nadie de menos de 20 ni de más de 40 (acababa de cumplir 41), por fin un hilo de esperanza, la Viking River Cruises, una compañía relativamente joven que abarca el 40% del tránsito de ríos en el planeta, una compañía emergente, solvente y con muy buena proyección.
Empieza el proceso. Recibo un mail: «esta semana te llamarán estate atento al móvil», no hubo llamada esa semana, a pesar de vivir 24 horas de vacaciones con mi hija y con el puñetero móvil. A la siguiente semana otro mail:»esta semana te llaman», pregunté cuándo y a qué hora y tras varios mails conseguí saber que sería un miércoles por la tarde, eran las 14 horas y mientras daba de comer a mi princesa un número de Alemania sonaba en mi móvil, fueron los 10 minutos de conversación en inglés más difíciles de mi vida, pero terminaron con una propuesta para realizar una entrevista personal en Amsterdam, Budapest o Ginebra, ante esto pregunté quién pagaba el viaje y la respuesta fue tajante: «tú, la entrevista personal es imprescindible para el trabajo».
Dos semanas más de espera y negociación, y por fin recibo un mail que me confirma que haré la entrevista pero por Skype, (menos mal tal y como están las cosas págate un billete a Europa en pleno agosto con dos días de antelación), sería un miércoles (de nuevo).
Llegué a casa me puse mi mejor traje, camisa, corbata, cuidé de todos los detalles, la webcam, conexión, etc. bueno debo confesar que llevaba sandalias, porque por la web cam no me iban a ver los pies ;). La entrevista duró 20′, varias anécdotas tiene, pero eso da para otro post, el final de la entrevista fue de parte del director culinario de la compañía, Anton Brunbauer el cual me dijo: » con 20″ suelo tener bastante para saber si alguien es válido para el puesto», la conversación había durado 20′, ¡¡el puesto era mío!!.
Tras esta entrevista a la siguiente semana y tras mi insistencia, el reclutador me dijo que confirmaban mi contratación, lo que no sabía yo es que no era un contratación para un puesto que tenían libre, sino que pasaba a una especie de «bolsa de trabajo» y en cuanto tuvieran una baja me incorporaría, pues todos los puestos de Segundo Jefe de Cocina los tenían cubiertos. Ésta última información la obtuve por mi propia cuenta, gracias a mis contactos y sin ninguna ayuda ni apoyo por parte del reclutador.
Tras 7 semanas recibía un mail un jueves pidiendo que llamara a un número de Alemania que mi embarque era urgente, al llamar me solicitaron si podía incorporarme al día siguiente, obviamente le dije que era inviable, pero que domingo o lunes podía viajar hasta allí.
Así que tras tres días de locura con intercambio de muchísima documentación, aquí me encuentro frente a mi ordenador, en mi cuarto a punto de salir en avión hacia Amsterdam, con mi carta de embarque en la mochila, muchas ilusiones, esperanza, pero sobre todo una gran dosis de fuerza y pasión, os sigo contando en la próxima entrada.
Información para todos los candidatos:
1º.- Armaros de paciencia
2º.- Os van a pedir la siguiente documentación y equipamiento:
- Certificado de Penales (ministerio de interior)
- Pasaporte Actualizado
- Cartas de recomendación (todas ellas traducidas al inglés)
- CV Cruise Line (un formato específico de CV)
- Certificado de Residencia (empadronamiento)
- Certificado Médico de no poseer enfermedades infecto-contagiosas
- Certificado HACCP si trabajas en área de alimentos
- Fotografía tamaño carnet actualizada
- Zapatos reglamentarios (en cocina) y juego de cuchillos (toca facturar)
- Billete de Ida (lo pagas tú y al finalizar el periodo de prueba te lo reembolsan máximo 150€)
3º.- El contrato lo realizaréis bajo la bandera de la compañía, en mi caso Suiza, y os regiréis por al legislación vigente en el país de la misma, excepto en cruceros de mar, que es un mundo aparte. En mi caso son jornadas de 48 horas semanales con 24 días de vacaciones por año trabajado y 10 días marcados ene l calendario como festivos.
4º.- El idioma oficial es inglés, para todo, desde cualquier entrevista, mail o comunicación hasta el día a día en el barco, pero ya os lo contaré en otro post 😉
Comienza el viaje marineros