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Los Personajes

Cada vez que pienso en la gente que he conocido en este viaje me vienen a la cabeza los Curris, esos pequeños personajes de la serie Fraggel Rock, unos seres que viven para trabajar, en el más estricto sentido de la palabra y cómo podréis comprobar en este vídeo:

En los cruceros podemos cambiarlos por filipinos, indonesios o cualquier otra nacionalidad que viven casi en un estado de pobreza en sus países natales y que salen a trabajar durante 10 meses seguidos sin descanso, jornadas de 12-16 horas seguidas y que son afortunados pues con el sueldo de esos 10 meses tienen garantizada una vida de opulencia de 10 años en sus países de origen.

Pero todo esto me lleva a pensar que en este juego de Mercado Global y de Libertad de Movimientos sigue existiendo la esclavitud, una esclavitud escondida, pues ya no hay látigos pero sí hipotecas, deseos generados, esperanzas de vivir con una serie de «necesidades» que no son reales, necesidades que el sistema ha creado para que trabajemos como esos curris sin descanso. El amo ahora no es un sureño podrido de dinero, es el propio sistema que te ha dado dinero para comprar una casa que no puedes pagar y te hace trabajar sin descanso para pagarla y claro como no hay trabajo, no tenemos otra opción. Yo creo que sí la hay, pero eso necesita de una revolución global e históricamente se ha visto que poner de acuerdo a mucha gente no es tarea fácil.

Soy creyente en el Yin y el Yang, en todas las teorías que hablan de que para que exista el bien ha de existir el mal y esto lo confirma una vez más: para que existan ricos que se dedican a gastar auténticas fortunas a diario, han de existir pobres que les limpien la ropa, cuiden de sus lujosas posesiones y les preparen suculentos platos y además agradecidos y orgullosos de ser curris.

Sólo deseo que no lleguemos a esto en este país y que nuestros hijos puedan vivir una sociedad dónde el amor, la amistad, la honestidad y las sonrisas sean las «necesidades» más buscadas y el dinero sólo sea un vehículo para poder tener una vida digna. Estamos descendiendo la pirámide de Maslow a pasos agigantados y lo de subir siempre cuesta mucho más :(.

Así que concluyo con una sonrisa como bandera, esperando provocar reacciones y deseando que empecemos a luchar por lo que de verdad importa: las personas y no sus posesiones

 
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Publicado por en 28 octubre, 2013 en El trabajo

 

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La jornada

Bueno llegamos a la miga del asunto, el «german style», aquí mi jornada arranca a las 7:00 de la mañana, si estoy en servicio, y a las 5:00 si toca desayuno, curramos sin parar hasta una hora antes de la comida de los clientes, que suele ser a las 12:00 o las 13:00, aunque algún día es a las 11:30, así que ese día se come después de los clientes (hora medio española 13:00).Así pues, como ya he comentado, una hora antes se sirve la comida de la tripulación (hablaré de ella en un próximo post) y hay una parada de 30′ que nunca supera los 15-20 minutos reales. Tras la comida de los clientes, si todo está listo, un descanso de hora y media o dos horas y volvemos a las 16:00 o 16:30 hasta que toca la cena (en estos lares a las 19:00 para los clientes) con los mismos tiempos que la comida, luego hasta el final de servicio que serán las 21:00 o 21:30 dependiendo del servicio, si toca limpieza general (un día a la semana) acabamos sobre las 22:30.
Si a esto le añades que no hay día libre, el trabajo se convierte en un matapersonas, es un día a día curioso, pues el trabajo es un trabajo de producción, en esta cocina la creatividad no pinta nada, pues la compañía ya ha marcado un menú (con el máximo detalle) y unas recetas, así que te limitas a producir sin parar. En estos días hemos pasado por muchos sitios, pero apenas he visto un par de ellos, pues las ventanas de la cocina son pequeñas y por lo general estás mirando una plancha, una tabla de corte o unas ollas. Dependiendo del origen y del departamento los periodos van desde un mes y medio sin parar (europeos) hasta los 10 meses (filipinos) lo cual, creo personalmente, que acaba por desmotivar y reducir la capacidad de producción, pero creo que todos los trabajadores tenemos claro que esto es un trabajo temporal y que lo hacemos por dinero única y exclusivamente.
Es curioso cómo mi mente ha reaccionado a una jornada tan monótona que necesita de concentración, pero que no va más allá de limpiar 15 solomillos, 70 filetes de dorada congelada o preparar 150 german burgers, al pasar el día sin pensar en vivir, mis noches se han hecho muy intensas. No hay noche que no tenga sueños impresionantes, con amig@s, seres queridos y en lugares reconocibles por mi cansada psique (y sí de esos sueños también he tenido pero no se cuentan por aquí 😛 ).Cada mañana recuerdo a la perfección el sueño, como si hubiera sido real, e incluso cuando aparece algo que no me gusta, soy consciente de que es un sueño y lo bloqueo.
Debo reconocer que me ha sorprendido mi capacidad de adaptación y cómo mi yo más profundo ha encontrado una buena salida para su ocio y su parte más sociable y creativa: el mundo de los suenos. Mi jornada diaria consiste pues en trabajar 14 horas, descansar 2 y soñar 8 🙂
En el próximo capítulo os contaré cómo funciona la cocina, hasta pronto Peña

 
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Publicado por en 17 septiembre, 2013 en A bordo

 

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El Entrenamiento

Bueno ya son cinco los días que llevo a bordo, me sorprendió al llegar que el barco es nuevo, recién botado este año, estaba todo empaquetado y tan sólo había tripulación, de ahí que estuviera en el culo del mundo y fuera tan difícil de encontrar.

El recibimiento muy cortés y todo la tripulación es bastante agradable, con los días se van soltando y te van peguntando quién eres, de dónde vienes, cómo te llamas, aunque al principio va cada uno a su bola, probablemente porque es muy laborioso poner esta máquina en marcha y todos los compañeros están pendientes de hacer su trabajo, son muchas las horas que estamos trabajando, aunque no todas ellas sean eficientes, creo que deberían revisar la eficiencia de las horas efectivas, estoy seguro que con menos horas se puede sacar adelante más trabajo y con menos esfuerzo, pero cada empresa es un mundo y aquí hay muchas mentes pensantes que seguro están trabajando en ello.

Cabe destacar que falta información de operativa diaria, me explico, te dan un folleto dónde te explican más o menos todo, pero claro cada barco es una pequeña ciudad y algo tan sencillo como poner una lavadora se convierte en una odisea sino eres mínimamente espabilado o tienes cierta iniciativa, no te explican el funcionamiento general de las pequeñas cosas diarias, así cómo el horario o los procesos que vas a realizar. El caso es que como soy muy preguntón ya he puesto mi primera lavadora y sé que estaré de entrenamiento con mi Executive chef en este barco hasta el próximo día 20, posteriormente iré a otro barco dónde con Raine (seguro que lo he escrito mal :/) iniciaremos el funcionamiento de la cocina del otro barco, de momento parece que soy el primer español en la compañía y están deseando tener gente cualificada porque me han repetido 20 veces en 3 días que necesitan Jefes de Cocina y Corporativos porque botan 10 barcos nuevos el próximo año y tienen todos los pasajes vendidos. Esto confirma que la gente que tiene pasta no ha dejado de tenerla.

Platos de la carta

Algunos de los platos que preparamos a bordo

Os adelanto que el tipo de cocina dista mucho de la mediterránea que practicamos en Valencia, aquí el cliente es americano y todos los platos tienen salsas, la mantequilla es la grasa estrella y la nata aparece como espesante general en el 90% de los platos, «german style» lo llaman, yo particularmente me quedo con mi cocina mediterránea, pero como dice el refrán: «dónde fueres haz lo que vieres», así que aprendiendo los sabayones, el roux y clarificando mantequilla de nuevo me hallo como en los tiempos de escuela.

Hasta el próximo capítulo, ese será ya en marcha,espero 😛

 
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Publicado por en 8 septiembre, 2013 en A bordo

 

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La llegada

Martes por la mañana con el billete a Amsterdam cerrado, carta de embarque, ubicación del barco en Arhen y todo listo para salir, me pego mi último almuerzo español en mucho tiempo (bocata de embutido con habas, cacaos, olivas y cortado reglamentario) y salgo con la maleta hacia el aeropuerto.

Salía a las 15:20 el vuelo, así que dos horas antes para facturar la maleta (llevaba mis cuchillos y sólo podía llevarlos facturando además de ropa para los próximos 10 meses) y luego un refresco rápido para esperar otra hora en la zona franca del aeropuerto, finalmente y tras 30 minutos de espera en el interior del avión, en un asiento pequeñito, salimos destino Amsterdam. No siquiera vi la ciudad pues desde el mismo aeropuerto de Schipol cogí el tren hasta Ahren. Cabe destacar que traía todo bastante mascadito, pero claro yo buscaba Ahren y aquí lo llaman…. (ni me acuerdo), así que tras preguntar y comprar el billete, fui enseñando el ticket a todo el que me cruzaba uniformado para no equivocarme de andén, una vez dentro del tren a hacer como los de pueblo y contar las estaciones, en la sexta me tenía que bajar. Quiero destacar que se agradece que aquí el inglés es el segundo idioma, por tanto con cualquiera te puedes comunicar en ese idioma y eso ayuda mucho.

Llegada a Ahren y ¡¡empieza la fiesta!!, andando con dos mochilas, una de ellas de 15,5 kg, hasta el puerto, busca el barco por una orilla, busca el barco por la otra orilla, ¡leches las 9 de la noche!, empieza a anochecer, no está el barco, no me lo puedo creer O_o con 192 metros de eslora no puede ser que no lo encuentre. Así que llamé a Andrea, mi reclutadora de Alemania, estoy seguro que si en España pusiéramos la mitad dedicación que esta gente, nos iría 100 veces mejor. Dicho esto hablé con Andrea, ella llamó al barco, no contestaban, me llamó, me dijo que el barco estaba en Ahren me dio las coordenadas pero el barco no aparecía, así que la virgen se apareció en forma de la dueña de un pequeño restaurante a la que pregunté si había visto un barco muy muy grande, mientras me decía que no, me lllamó Andrea, le pasé a la susodicha señora y tras una breve conversación, la susodicha dama cogió su volvo ranchera, cargó mi equipaje en su maletero y nos fuimos a recorrer la orilla del río en busca del barco.

Eran las 22 horas cuando unas luces ocultas nos hicieron pensar que igual eso era el barco, pues sí señores y señores, a 2 km y medio del pueblo, tras un muro de 3 metros y desde el cual sólo se veía el radar de arriba del barco, ¡lo encontramos!, pero que mal rato pasé. Estaré eternamente agradecido a esa mujer, que no paraba de repetirme durante la búsqueda que no me preocupara, que si no encontraba el barco, que podía dormir en su casa y que tras desayunar ya buscaríamos el barco.

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Finalmente todo quedó en anécdota, ha sido bastante deficiente la información facilitada por la compañía para el embarque, aunque entiendo que al ser nuevo el barco y estar poniéndolo en marcha todo se vuelve un poco caótico, pero tampoco cuesta tanto mandar las coordenadas y explicar que el barco se encuentra a dos kilómetros del pueblo. En fin, no todo es perfecto, os dejo una foto del barquito y en la próxima entrega os cuento el arranque del trabajo.

 

P.D.: Gracias a las galletas de Vicky (que no de la viking) no fallecí en el intento y me acompañó la fuerza y la mantequilla. Gracias carinyet (cómo estoy a tropemil km no me toca colleja :P)

 
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Publicado por en 7 septiembre, 2013 en Embarque

 

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El comienzo

Lo primero que quiero decir es que este blog es una experiencia subjetiva, intentaré contar mi viaje, tanto profesional como personal, pero en todo momento son vivencias acaecidas a mi persona y no extrapolables, aunque puedan servir de ejemplo a otros muchos.

Todo empezó porque alguien me presentó a alguien que era «reclutador para cruceros», curiosa profesión pensé, y me puse a escucharle, me hablaba de viajes a lugares increíbles, de salarios exhorbitados y de incorporación inmediata dado mi CV. Estuve pensándolo y dada la coyuntura socioeconómica de este ¿país?, decidí enrolarme.

Cuaderno de bitácoraEn pocas semanas el embarque inmediato se transformó en espera, unas navieras ofertan puestos de base, sea cual sea tu CV con sueldos de auténtica explotación sureña (por debajo de los 700€), la otra resulta que no contrata a nadie de menos de 20 ni de más de 40 (acababa de cumplir 41), por fin un hilo de esperanza, la Viking River Cruises, una compañía relativamente joven que abarca el 40% del tránsito de ríos en el planeta, una compañía emergente, solvente y con muy buena proyección.

Empieza el proceso. Recibo un mail: «esta semana te llamarán estate atento al móvil», no hubo llamada esa semana, a pesar de vivir 24 horas de vacaciones con mi hija y con el puñetero móvil. A la siguiente semana otro mail:»esta semana te llaman», pregunté cuándo y a qué hora y tras varios mails conseguí saber que sería un miércoles por la tarde, eran las 14 horas y mientras daba de comer a mi princesa un número de Alemania sonaba en mi móvil, fueron los 10 minutos de conversación en inglés más difíciles de mi vida, pero terminaron con una propuesta para realizar una entrevista personal en Amsterdam, Budapest o Ginebra, ante esto pregunté quién pagaba el viaje y la respuesta fue tajante: «tú, la entrevista personal es imprescindible para el trabajo».

Dos semanas más de espera y negociación, y por fin recibo un mail que me confirma que haré la entrevista pero por Skype, (menos mal tal y como están las cosas págate un billete a Europa en pleno agosto con dos días de antelación), sería un miércoles (de nuevo).

Llegué a casa me puse mi mejor traje, camisa, corbata, cuidé de todos los detalles, la webcam, conexión, etc. bueno debo confesar que llevaba sandalias, porque por la web cam no me iban  a ver los pies ;). La entrevista duró 20′, varias anécdotas tiene, pero eso da para otro post, el final de la entrevista fue de parte del director culinario de la compañía, Anton Brunbauer el cual me dijo: » con 20″ suelo tener bastante para saber si alguien es válido para el puesto», la conversación había durado 20′, ¡¡el puesto era mío!!.

Tras esta entrevista a la siguiente semana y tras mi insistencia, el reclutador me dijo que confirmaban mi contratación, lo que no sabía yo es que no era un contratación para un puesto que tenían libre, sino que pasaba a una especie de «bolsa de trabajo» y en cuanto tuvieran una baja me incorporaría, pues todos los puestos de Segundo Jefe de Cocina los tenían cubiertos. Ésta última información la obtuve por mi propia cuenta, gracias a mis contactos y sin ninguna ayuda ni apoyo por parte del reclutador.

Tras 7 semanas recibía un mail un jueves pidiendo que llamara a un número de Alemania que mi embarque era urgente, al llamar me solicitaron si podía incorporarme al día siguiente, obviamente le dije que era inviable, pero que domingo o lunes podía viajar hasta allí.

Así que tras tres días de locura con intercambio de muchísima documentación, aquí me encuentro frente a mi ordenador, en mi cuarto a punto de salir en avión hacia Amsterdam, con mi carta de embarque en la mochila, muchas ilusiones, esperanza, pero sobre todo una gran dosis de fuerza y pasión, os sigo contando en la próxima entrada.

Información para todos los candidatos:

1º.- Armaros de paciencia

2º.- Os van a pedir la siguiente documentación y equipamiento:

  1. Certificado de Penales (ministerio de interior)
  2. Pasaporte Actualizado
  3. Cartas de recomendación (todas ellas traducidas al inglés)
  4. CV Cruise Line (un formato específico de CV)
  5. Certificado de Residencia (empadronamiento)
  6. Certificado Médico de no poseer enfermedades infecto-contagiosas
  7. Certificado HACCP si trabajas en área de alimentos
  8. Fotografía tamaño carnet actualizada
  9. Zapatos reglamentarios (en cocina) y juego de cuchillos (toca facturar)
  10. Billete de Ida (lo pagas tú y al finalizar el periodo de prueba te lo reembolsan máximo 150€)

3º.- El contrato lo realizaréis bajo la bandera de la compañía, en mi caso Suiza, y os regiréis por al legislación vigente en el país de la misma, excepto en cruceros de mar, que es un mundo aparte. En mi caso son jornadas de 48 horas semanales con 24 días de vacaciones por año trabajado y 10 días marcados ene l calendario como festivos.

4º.- El idioma oficial es inglés, para todo, desde cualquier entrevista, mail o comunicación hasta el día a día en el barco, pero ya os lo contaré en otro post 😉

Comienza el viaje marineros

 
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Publicado por en 4 septiembre, 2013 en Proceso de selección

 

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